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27 de septiembre de 2009

Los falsos profetas

Hace unos días estuve comiendo solo en un restaurante cántabro y tenía como compañía la omnipresente televisión. Después de ver un episodio de los Simpsons, el noticiario dio noticia de unas nuevas estadísticas acerca de la vida sexual de los jóvenes y del uso de los anticonceptivos. Salieron entrevistados varios adolescentes y también un psicólogo, quien afirmó con toda seguridad: "Hoy los jóvenes hacen las cosas muy bien. Sólo se les debería pedir un poco más de precaución".

Hoy he estado leyendo un libro sobre los grandes profetas del Antiguo Israel y al hojear un capítulo en el que se habla de los falsos profetas, me ha venido a la mente la frasecita del psicólogo de marras (del cuyo nombre realmente no me acuerdo). Fueron los verdaderos profetas de Israel los que llegaron a describir las características suficientes para desenmascarar a un falso profeta. Luego los expertos las han agrupado en relación a la falsedad de sus apariencias personales, de su mensaje y de su conducta. Me parece que el citado psicólogo no da la talla siquiera para ser enumerado entre los pseudoprofetas, al menos carezco de datos relativos a otras apariciones públicas suyas o a su conducta.

Pero sí puedo limitarme a la falsedad de su mensaje:

  1. Anclar al pueblo en falsas seguridades. Éste es el punto en el que los falsos profetas incurren sistemáticamente. Aunque también existan los profetas de desgracias, lo más frecuente es encontrar personas que difunden esperanzas engañosas: dice al pueblo lo que éste quiere oír, aunque carezcan de toda seguridad al respecto. Además se afirman como portavoces de Dios. (Jt 6, 14; 28, 15; 29, 31; Miq 2, 7; 3, 11).

  2. Confirman al pueblo en el pecado. Dar por buenas conductas que en casi todas las culturas han sido consideradas gravemente ilícitas o por lo menos inconvenientes, es otra característica. "Vais bien, no os preocupéis. Tan sólo tened un poco más de precaución". "Dicen los que me desprecian: 'Yahvé dice: ¡Paz tendréis!' y a todo el que camina en terquedad de corazón: 'no os sucederá nada malo'" (Jr 23, 17-18).

  3. Hacen que el pueblo se olvide del nombre del Señor. "Ya he oído lo que dicen esos profetas que profetizan falsamente en mi nombre diciendo: '¡he tenido un sueño, he tenido un sueño!'. ¿Hasta cuándo va a durar esto en el corazón de los profetas que profetizan en falso y son profetas de la impostura de su corazón?, ¿los que piensan hacer olvidarse a mi pueblo de mi Nombre por los sueños que se cuentan cada cual a su vecino, como olvidaron sus padres mi Nombre por Baal?" (Jr 23, 25-27).

  4. Llevan al pueblo hacia la ruina. También en esto Jeremías está especialmente acertado en ese capítulo 23, e Isaías no se queda atrás, al describir en su cap. 3 la anarquía de Jerusalén por culpa de sus dirigentes y de sus consejeros.
¿Será lícito desear que los falsos profetas de hoy corran el mismo fin con el que sucumbieron esos falsos profetas, cuyas muertes fueron a su vez profetizadas por los verdaderos? El sufrimiento no es un mal en sí mismo. Desear el sufrimiento puede ser lícito si se hace con la intención de conseguir la conversión de los falsos profetas y también la penitencia por sus propios y numerosos pecados. No se puede desear para ellos el infierno, porque ese estado es definitivo e irrevocable, pero sí en cambio la penitencia por la que se restablezca un poco la justicia en este mundo. Que conste que no he deseado ningún mal a este psicólogo, ni siquiera con valor penitencial. ¿O sí debería hacerlo?

2 comentarios:

  1. Felicidades. Qué buena reflexión. Además estos falsos profetas hacen que muchos que tenían luz se hayan metido en un gran túnel de tinieblas, sin saber como salir, porque no encuentran el camino. Hoy lo que falta es mucha información sana y verdadera, sin que primen intereses ni ideologias. Cosa dificil en este mundo hedonista. Un abrazo

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  2. Esto confirma que los tiempos que vivimos no son los peores. Los falsos profetas han existido siempre, y el pecado siempre es el mismo y para todos. Lo único nuevo bajo el sol es internet y la tv que hacen que nos enteremos de todo lo malo que existe en tiempo real.
    Suerte que existen blogs como este.
    Saludos.

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