Brad’s Status
Guion: Mike White.
Intérpretes: Ben
Stiller, Austin Abrams, Jenna Fischer, Luke Wilson, Jemaine Clement, Michael
Sheen.
101 min.
Estreno: 5-01-2018.
Brad ronda los 50. Está felizmente casado, trabaja en una ONG y
tiene un hijo que va a empezar la Universidad. Aparentemente, su vida marcha
sobre ruedas, pero Brad se siente sumergido en una profunda crisis existencial,
sobre todo, cuando se compara con sus ricos, disolutos y exitosos compañeros de
clase.
Reconozco que me sorprendió la
capacidad que tiene esta película de atrapar al espectador durante 100 minutos.
Y sorprende porque lo tiene todo para que este mismo espectador salga
corriendo. Estamos ante un personaje bastante anodino –eso sí, muy bien
interpretado por Ben Stiller– que no deja de quejarse –con largos parlamentos
en voz en off– de una
vida que ya querrían para sí la mayoría de los humanos.
Y, sin embargo, la película engancha, quizás porque en esta
crisis es fácil reconocerse. Es una crisis por la que atraviesa gran parte de
la población que habita el primer mundo. Una población que no está preocupada
por sobrevivir sino por su bienestar. Y un bienestar, por otra parte muy
superficial, que se centra en el dinero, la salud y la belleza. Valores todos
ellos bastante efímeros, poco consistentes y, al menos dos de ellos, con riesgo
seguro de desaparecer a medida que pasan los años.
En el fondo, Qué fue de Brad es, además de una
aguda crítica al materialismo salvaje que muchas veces ahoga lo más noble de la
persona y a la cultura del éxito que convierte a los amigos en rivales, un sano
y enriquecedor examen de conciencia. Un ejercicio de asumir la propia
existencia con coherencia y sin escapismos que no llevan a ningún sitio. O
mejor dicho, que no llevan a ningún buen sitio.
Ana Sánchez de la Nieta
@AnaSanchezNieta
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