- Duración: 01h 21 min
- Género: Drama | Animación
- Título original: La plus précieuse des marchandises
- Título
alternativo: The Most Precious of Charges
- Año: 2024
- Fecha de estreno en España en
cines : 11-07-2025
- Países: Bélgica, Francia
- Dirección: Michel Hazanavicius
- Argumento: Jean-Claude Grumberg (cuento)
- Guión: Michel Hazanavicius
- Música: Alexandre Desplat
- Montaje: Michel Hazanavicius
- Producción: Michel Hazanavicius, Robert Guédiguian, Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
- Distribuye
en cine: Bteam Pictures
Sinopsis
oficial
Durante la Segunda Guerra Mundial,
una familia judía es deportada a Auschwitz. En el tren hacia el campo de
concentración, en un gesto desesperado, el padre arroja a una de sus hijas a la
nieve, donde es rescatada por una humilde pareja de leñadores. Al adoptar a “la
mercancía más preciosa”, sus vidas -y las de aquellos que les rodean- cambiarán
para siempre.
6/10
Crítica La mercancía más preciosa
- Duración: 01h 21 min
- Género: Drama | Animación
- Título original: La plus précieuse des marchandises
- Título
alternativo: The Most Precious of Charges
- Año: 2024
- Fecha de estreno en España en
cines : 11-07-2025
- Países: Bélgica, Francia
- Dirección: Michel Hazanavicius
- Argumento: Jean-Claude Grumberg (cuento)
- Guión: Michel Hazanavicius
- Música: Alexandre Desplat
- Montaje: Michel Hazanavicius
- Producción: Michel Hazanavicius, Robert Guédiguian, Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
- Distribuye
en cine: Bteam Pictures
Sinopsis
oficial
Durante la Segunda Guerra Mundial,
una familia judía es deportada a Auschwitz. En el tren hacia el campo de
concentración, en un gesto desesperado, el padre arroja a una de sus hijas a la
nieve, donde es rescatada por una humilde pareja de leñadores. Al adoptar a “la
mercancía más preciosa”, sus vidas -y las de aquellos que les rodean- cambiarán
para siempre.
6/10
Crítica La mercancía más preciosa

Un cuento real
Invierno. Un
matrimonio de leñadores que no puede tener hijos. Ella reza y uno de los muchos
trenes que atraviesan el bosque deja caer “la mercancía más preciosa”: una
bebé. La mujer lo ve como un regalo, pero el marido no quiere saber nada,
aunque sea una pobre criatura, la considera una “sin corazón”, como los otros
viajeros del ferrocarril, miembros del pueblo deicida. Porque sí, estamos en
plena Segunda Guerra Mundial, y esos trenes conducen a sus pasajeros judíos a
los campos de exterminio. La tozuda mujer se empeña en cuidar a la pequeña, y
el marido irá cambiando de actitud, nada desarma tanto los prejuicios como la
inocencia de un bebé.
Adaptación de un
cuento fábula sobre el holocausto escrito por Jean-Claude Grumberg, el director y
guionista Michel Hazanavicius lo ha convertido en
su primera incursión en el cine animado, siguiendo de este modo los pasos de
otros cineastas que antes de atreverse con la animación filmaron a actores de
carne y hueso, como Wes Anderson, Fernando Trueba y Pablo Berger. El tono es lacónico en los
diálogos, y en la aparición puntual en off de la voz de un narrador.
Estéticamente
Hazanavicius se ha decantado por dibujos de corte realista, con los personajes
y objetos de diseño sencillo y muy contorneados –me hicieron evocar las viñetas
de Hugo Pratt en sus aventuras de Corto
Maltés–, y una animación sobria y reducida, casi nunca se mueve nada en los
fondos, más allá de los copos de nieve que cubren a menudo el lienzo, o el humo
del tren o de las chimeneas de los campos. Entre los colores abundan los
blancos y grises, pardos y azules, tonos oscuros a veces iluminados en la noche
por el fuego, que aporta tonos más cálidos puntualmente. En un momento dado
tenemos un cuadro de las víctimas, un toque onírico a lo del Gernika de
Picasso.
Domina un tono algo
deprimente, es el bebé el que aporta las notas más alegres. Incluso en lo
referente a la piedad de la mujer que salva a la criatura, hay una evolución
que sigue la línea clásica y quejumbrosa de “si hubiera un Dios, no permitiría
esto”. De modo que aunque vemos personas bondadosas, o capaces de cambiar, una
nota de esperanza en el horror, también vemos prejuicios antisemitas, un
fatalismo de fondo, aunque al menos se apunta a que ocurren cosas buenas, de
las que a veces ni siquiera nos enteramos. Quizá en ese no enterarse, añado yo,
estarían los modos misteriosos con que actúa la providencia divina.
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