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21 de marzo de 2018

“LA DOCTORA DE BREST” (2016): UN EXCELENTE DRAMA FRANCÉS SOBRE LA DENUNCIA DE UN MEDICAMENTO, BASADA EN HECHOS REALES





La fille de Brest

Todos (c)

 

  

128 minutos
País: Francia
Dirección: Emmanuelle Bercot
Argumento: Irène Frachon (libro "Mediator 150 mg: Combien de morts?")
Fotografía: Guillaume Schiffman
Distribuye en cine: Caramel Films
Distribuye en DVD: Cameo

SINOPSIS
En el hospital de Brest (Francia), la neumóloga Irène Frachon descubre una conexión directa entre una serie de sospechosas muertes y un medicamento aprobado por el estado. Comenzará entonces una solitaria lucha por descubrir la verdadera naturaleza del fármaco.

Crítica decine21.com

por José María Aresté


6

Ojito con tomar Mediator
La doctora de Brest parte de unos hechos acaecidos en Francia en 2007 y sacados a la luz por la neumóloga Irène Frachon, quien relacionó la muerte de varios pacientes que padecían dolencias cardíacas con Mediator, un fármaco que se solía recetar a diabéticos, y que era recetado a muchos pacientes para perder peso.
Emmanuelle Bercot, actriz que tiene también una amplia trayectoria tras la cámara como guionista y directora, acomete este film con rigor documental, con modos clásicos, a ratos algo convencionales, pero que funcionan la mayor parte del tiempo. Y sigue una estructura típica, donde la protagonista se movería al estilo del bíblico David, luchando contra un gigantesco e invencible Goliat, que estaría conformado por un todopoderoso laboratorio farmacéutico, arropado por el mundo académico y regulatorio. Éstos no atenderían las razones de esta provinciana chica de Brest, una pequeña población de la Bretaña, a pesar del rigor del equipo que va reuniendo poco a poco pruebas sobre los problemas de Mediator.

Protagoniza la correcta película una actriz con carácter que va a más, desde que llamó la atención como primera ministra danesa en la serie BorgenSidse Babett Knudsen sabe imprimir una fuerte personalidad a su Irène, mujer resolutiva e impaciente, pero humana, que necesita el apoyo de su familia, su esposo y sus cuatro hijos, y el de muchos profesionales –el médico investigador buena persona pero más débil, los otros médicos, la mujer del comité, el Papá Noel de la Seguridad Social, el editor, la periodista...– para no cejar en lo que considera una tarea irrenunciable, ponerse del lado de los pacientes y denunciar los abusos.

1 comentario:

  1. Una vez más, los franceses nos demuestran que saben hacer cine del bueno. Esta es una excelente prueba de ello. Las flores no surgen solas: el gobierno francés apoya ampliamente las escuelas dramáticas. Formar a profesionales que sepan interpretar, dirigir y hacer guiones buenos cuesta dinero, quizá más que romper coches en una persecución por las calles de Nueva York. Digo.

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